CLICK HERE FOR FREE BLOG LAYOUTS, LINK BUTTONS AND MORE! »

martes, 17 de agosto de 2010

CON LA ACTITUD ADECUADA HASTA ELBA ESTHER ES GUAPA

El año pasado la pasé más tiempo en doctores que en el cine y vaya que soy adicta al cine, bueno, al cine comercial, no sé nada del cine negro Alemán o del cine Checo o del cine Africano, si no sale Brad Pitt, Johnny Depp, Orlando Bloom, Angelina Jolie, Meg Ryan o Diane Lane, seguro que no la veo .

.

El caso es que entre mis viejas conocidas y ya amigas neurosis y mis recién adquiridos ataques de pánico, que llegaron a mí después de vivir una intensa situación que ahora no puedo contar (no porque no quiera, me encanta el chisme, sino porque parte del tratamiento de recuperación, es bloquear los recuerdos negativos), todo agravado por haber sido contagiada con el famoso H1N1, yo sentía que cada nueva enfermedad que escuchaba en la radio o veía en la tele, estaba en mi cuerpo. Por supuesto después de ver “epidemia” tuve ébola, también tuve “motaba”, ántrax, cáncer, fiebre aviar, vacas locas, ataques cardiacos, ceguera, epilepsia, diabetes, aneurisma (y ni se bien lo que es eso), respiré agente naranja, etc., gracias a Dios ninguna de ellas reales.

.

Como dicen por ahí, uno atrae a lo que más miedo le tiene y en cierta forma es real, yo me atraje una gripa de mi tamaño, con derrame de ojos, diarrea nasal y mocos que se reproducían más rápido que los chinos. Mi papá al verme, sugirió que fuera a un alergólogo, él había tenido los síntomas y el mismo tipo de “gripa” hacía años y justamente sólo en la época de primavera.

.

Ahí voy a la alergóloga, una mujer pequeñita idéntica a la que diseña los trajes en Los Increíbles, yo hasta creo que ella misma hizo el doblaje de voz. Me remangó la blusa y en ambos antebrazos me hizo la prueba de las alergias, que consiste en ponerte una gota de cada agente que pueda causar alergia como comidas, hongos, polen, etc. Y luego con una aguja, se hace una pequeña incisión para que el agente penetre la piel.

.

Al cabo de 8 minutos, parecía que había metido los brazos llenos de miel al panal de Winnie Pooh, estaban llenos de ronchas y moretones.

.

La doctora me dijo que los resultados estarían listos en unos minutos pero basándose en lo que vio, básicamente era alérgica a todo. Eso explica porqué casi cada mes me daba gripa, vivía mormada, con la garganta seca, me lloraba un ojo y me picaba la piel. De hecho un campo de terrecería o un bosque, básicamente me producían tanta comezón como un vestido de poliéster en Cuernavaca, yo lo atribuía al detergente de ropa y al sudor, una que es inocente todavía.

.

Pasados 15 minutos me entregaron un sobre cerrado con los resultados, que ni siquiera pude abrir, ya que la doctora me explicaba lentamente que el tratamiento consistía en vacunarme cada lunes y jueves sin falta, por un periodo de al menos 3 años... me derrumbé.

.

Por favor, no más doctores, no más inyecciones, no más medicinas, ¡por piedad! ¿Dios, porqué me odias tanto? ¿Que tú tampoco encuentras a Bin Laden y por eso te ensañas conmigo?

.

Regresé a la casa caminando y llorando cómo Magdalena, disfrazada con mis lentezotes oscuros de prostituta golpeada para que nadie me viera. Yo sentía que mi vida había terminado, que ya nada valía la pena, ¿lunes y jueves por 3 años? ¿Y cuando fuera a la playa? ¿O a San Antonio? Ya me veía cargando la maldita hielera con la vacuna para todos lados (que hoy en día ya es en gotas), cuidándola como si fuera un hijo, que no se moje, que no se caiga, que no le de calor, que no se congele, que no se tire... ¡solo me faltaba amamantarla cada 4 horas para el paquete completo!

.

Venía mentándole la madre a Dios y pidiéndole al universo que me dejará en paz, sólo unos meses de paz, unos meses sin enfermedades imaginarias, unos meses sin pánico, sin ansiedad, sin dolor... estaba completamente sumergida en mi desgracia de tener que pasar 3 años en tratamiento constante. De pronto, casi llegando a mi casa un pequeño coche se enfrenó, y el hombre me grito ¡Estás preciosaaaaaaa!, yo hasta lo saludé creyendo que era algún vecino o un amigo, pero resulta que no, nunca en mi vida lo había visto.

.

Mi ciclo de auto conmiseración se rompió en ese instante, no podía recordar cuándo fue la última vez que algún hombre (que no fuera H) me había dicho un piropo, ya ni siquiera los albañiles de las construcciones me chiflaban y eso si que es deprimente, siendo que incluso alguna vez los escuché chuleando a ¡Elba Esther! .

Que maravilloso se siente que un pequeño detalle como este pueda transformar el peor día que he tenido en meses, en el mejor día que he tenido en meses. ¿Cómo es posible que un perfecto desconocido pueda ver en una lo que nosotras mismas no vemos? ¿Cómo es posible que aún en mis peores fachas y en el peor momento emocional, alguien vio en mi lo que yo hace años había olvidado? ¡Soy preciosa! Todos lo somos, sin maquillaje, en pants, con las raíces del cabello de otro color, con las uñas rotas, con sobrepeso, solteras, casadas, altas, bajas, con arrugas... ¡todas somos preciosas para alguien! Para los hijos, el marido, el perro, el de la tienda, la del mercado, yo que sé, para nosotros mismos y con eso es más que suficiente.

.

Yo simplemente sonreí como estoy segura hacía años que no lo hacía, erguí la espalda, respiré profundo y seguí caminando con otra actitud, como la preciosa que soy. Pasé frente a la florería que está junto a mi casa, tarareando alguna canción y el dueño, que es un cascarrabias, me regaló la más hermosa rosa que hubiera visto, solo porque sí! Este definitivamente fue el mejor “peor día del año”.

.

Mantra de hoy, y este sí que es poderoso: Todo en la vida es cuestión de actitud, todo en la vida es cuestión de actitud...